El eje del discurso del jefe de Gobierno –quien llegó junto al ministro de Economía de Macri, Alfonso Prat Gay, y a otro especialista en la materia, José Luis Espert– fue diferenciarse de Bullrich haciendo hincapié en su gestión. Su muletilla fue “como ya lo hicimos en la Ciudad”, que repitió a la hora de graficar cómo bajar impuestos y ajustar el gasto sin recortar la obra pública. “Tenemos que ir a un tipo de cambio único”, propuso y aprovechó el malestar de los empresarios del agro con las medidas que había anunciado Sergio Massa horas antes: “Basta de parches”, lo criticó. También prometió “apertura de mercados” y llegar al “déficit fiscal cero el primer año” de un hipotético gobierno suyo.