Naomi Watts se hizo un lugar en Hollywood gracias a trabajos sufrientes en los que la vida de sus personajes daba un giro de 180 grados (casi siempre para mal) en un abrir y cerrar de ojos, con Mulholland Drive (2001), La llamada (2002) y 21 gramos (2003) como emblemas de aquella etapa. La rubia pone a prueba su capacidad de pasarla pésimo en Desesperada, traducción local del The Desperate Hour (La hora desesperada) original y toda una declaración de principios de lo que espera en este regreso a los primeros planos del director Phillip Noyce, de quien se sabía poco y nada hace largos años.