El martes 1° de julio de 1993, Página/12 sellaba su despedida a María Gabriela Epumer ensayando un quirúrgico perfil suyo: “Le gustaban los Beatles, Genesis, Joni Mitchell, Stevie Wonder, Nina Simone, Ricki Lee Jones, Björk y Joao Gilberto […] Comía carne una vez por semana. Jugaba mal al paddle. Manejaba bien. Se vestía de manera extraña, pero muy personal. Era sexy en escena y tímida debajo. Era suave y coqueta. Amaba a sus padres, acostumbrados a mezclarse en sus cumpleaños con una fauna que debía parecerles estrambótica, pero querible. No tenía enemigos en la Tierra”. Esto último es lo que genera más desconcierto. Si todos la amaban, aún no se entiende por qué el Universo se ensañó con ella. A pesar de que ya pasaron 20 años, todavía cuesta aceptar la partida de “Mapu”, tal como ella solía llamarse a sí misma. Y más si se toma en cuenta la forma tan inexplicable en la que murió.