Los servicios de emergencia australianos ordenaron este jueves la evacuación de 200.000 personas por el inminente avance hacia Sidney de una fuerte tormenta que provocó devastadoras inundaciones y al menos 13 muertos en la última semana, en la costa este de ese país. La impredecible tormenta se trasladó hacia el sur, desde el estado de Queensland hasta Nueva Gales del Sur, dejando enormes destrozos a su paso por las crecidas de ríos y embalses y provocando graves inundaciones en varios municipios, donde todas las casas quedaron cubiertas hasta los techos.