La gran Maria Callas interpreta un aria de su papel característico, Norma, la sacerdotisa druida de Bellini, con la Orchestre de l'Opera National de Paris y Georges Sebastian. Grabado en directo en el Palais Garnier el 19 de diciembre de 1958, este concierto marcó el debut de la soprano en la Ópera de París, un importante evento social para los parisinos y para el que Callas se vistió con su más elegante alta costura y joyas valoradas en un millón de dólares.