Las intervenciones del canciller de Rusia, Serguei Lavrov, fueron boicoteadas por las delegaciones internacionales que participaron en la Conferencia de Desarme en reclamo por la invasión rusa en territorio ucraniano. Sólo los representantes de cinco países permanecieron durante el discurso del ministro de Relaciones Exteriores. Más tarde la escena se repitió durante el mensaje grabado de Lavrov en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.