Los estudiantes de la Universidad de Córdoba irrumpen y evitan la asunción del nuevo rector, el conservador Antonio Nores. Dos meses antes se había fundado la Federación Universitaria Argentina y Córdoba era el epicentro de los reclamos por mayor participación de profesores y estudiantes en un sistema con cargos vitalicios, que ni siquiera actualizaba los planes de estudios y tenía fuerte influencia de la Iglesia. En la Asamblea Universitaria del 15 de junio votan por primera vez los profesores, pero aun así se impone Nores, reacio a la modernización. Entonces, los estudiantes declaran la huelga. A los pocos días, Deodoro Roca redacta el Manifiesto Liminar, en el que los estudiantes reafirman sus reclamos. Se realiza el Primer Congreso Nacional de Estudiantes y la Federación Universitaria de Córdoba decide tomar el control de la casa de altos estudios más antigua de la Argentina. El presidente Hipólito Yrigoyen manda desalojarlos a través del Ejército. Sin embago, el movimiento por autonomía, cogobierno, concursos públicos y libertad de cátedras es imparable y se extiende al resto del país: es la Reforma Universitaria.