Adaptación del best seller "La muerte lenta de Luciana B.", de Guillermo Martínez, la película de Schindel acumula una cascada de desgracias que cruzan lo místico con lo policial y dejan varios agujeros que un guion apresurado, quizás obligado a condensar toda la acción en menos de 100 minutos, no tiene muchas ganas de tapar.