San Lorenzo entró tan mal al Coloso Marcelo Bielsa que Rubén Darío Insúa hasta se tapaba los ojos en los primeros minutos del partido. "Melena" iba de acá para allá en su corralito, se agarraba la cabeza y la cara mientras Newell's ingresaba al área del Ciclón cuando se lo proponía. Desesperado, el DT primeró llamó a Martegani para que le envíe un mensaje a Carlos "La Roca" Sánchez, parte de un mediocampo que hacía agua. No funcionó. Entonces hizo correr al arquero Batalla hasta el banco y el uno fue el encargado de hablarle al oído al colombiano de porras, que esta vez se ató el pelo. Tampoco tuvo el efecto deseado.