El consagrado director iraní Jafar Panahi, premiado en los principales festivales internacionales, continúa detenido en una prisión de su país, cumpliendo una vieja sentencia de seis años, dictada originalmente en 2011, que las autoridades cada tanto exhuman para mantenerlo lejos de la esfera pública. En julio del año pasado fue devuelto a la cárcel debido a sus denuncias sobre los arrestos de sus compañeros cineastas Mohammad Rasoulof y Mostafa Al-Ahmad. La comunidad cinematográfica internacional denunció abrumadoramente su encarcelamiento como injusto, y el director pudo hablar al mundo a través de declaraciones desde Teherán cuando su película más reciente, No Bears (todavía inédita en la Argentina), se exhibió durante el circuito de festivales de la segunda mitad de 2022.