La segunda fecha del ciclo Luis Alberto Spinetta, Discos Esenciales, en el Centro Cultural Kirchner, entregó otra velada de alto vuelo musical y celebración popular. En esta ocasión, bajo la dirección musical de la compositora, guitarrista y cantante Loli Molina y el pianista y compositor Hernán Jacinto, el concierto estuvo centrado en la interpretación completa de Artaud (1973), aquel tercer disco publicado con el nombre de Pescado Rabioso pero que en verdad era una obra solista de Spinetta. Un disco bisagra y de transición en su carrera –la antesala de Invisible- en el que desplegó todo su genio artístico, su osadía creativa y las influencias del surrealismo francés, como bien indica el título. En un Auditorio Nacional colmado en su capacidad -2000 personas aproximadamente se dieron cita e incluso varias no pudieron entrar a la sala-, Loli Molina, Hernán Jacinto y banda, más algunos invitados, recorrieron el disco en orden, desde “Todas las hojas son del viento” hasta “Las habladurías del mundo”. Todo comenzó puntual, con una especie de popurrí flashero y experimental con fragmentos de todas las canciones a cargo de la banda estable: Juan Pablo Arredondo (guitarra), Diana Arias (contrabajo), Hernán Hecht (batería) y Jacinto. Ahí nomás, sin dar lugar a los aplausos, se hizo presente la cancionista Loli Molina, anfitriona de la noche, para tocar una versión acústica e intimista de “Todas las hojas son del viento”; un formato que le queda muy bien a la artista, por cierto.