El Papa Francisco pidió disculpas "por el mal que tantos cristianos cometieron contra los pueblos indígenas" en las escuelas residenciales que funcionaron en Canadá entre fines del siglo XIX y la década del 90, y lamentó la "mentalidad colonialista" de miembros de la Iglesia que llevó a una "destrucción cultural" de los nativos. El Papa, que llegó este domingo a Canadá, se trasladó el lunes a la localidad de Maskwacis, donde se encontraba uno de los mayores internados, el de Ermineskin, gestionado por la Iglesia católica y donde a los niños, separados de sus familias, se los obligaba a olvidar sus costumbres y cultura y muchos de ellos terminaron muriendo por las terribles condiciones en las que vivían.