Acorralado por el escándalo Watergate, Richard Nixon anuncia que dejará la presidencia de los Estados Unidos. Lo hace ante la inminencia de un juicio político. Es la primera vez que un mandatario estadounidense dimite. El caso había empezado en junio de 1972, con la irrupción de cinco hombres munidos de micrófonos en las oficinas del Partido Demócrata en el edificio Watergate, en Washington. Sale a la luz una red de espionaje y escuchas que involucra al mismísimo Nixon. La investigación de Carl Bernstein y Bob Woodward, dos periodistas de The Wahington Post, revela el entramado de complicidades al más alto nivel. El vicepresidente Gerald Ford asume en lugar de Nixon. Había sido propuesto por este para cubrir la vacante de Spiro Agnew, por la renuncia de este, también envuelto en un caso de corrupción. Ford es el primer presidente no electo por el voto popular, e indulta a Nixon.