Cientos de miles de personas volvieron a manifestarse en Francia contra la impopular reforma jubilatoria y a la espera del fallo que dará este viernes el Consejo Constitucional. Un importante operativo policial fue instalado en París para resguardar el edificio en el que funciona la institución judicial, que decidirá sobre la validez de la iniciativa impulsada por el presidente Emmanuel Macron. Entre 380 mil y un millón y medio de personas, según el ministerio del Interior y el sindicato de la CGT respectivamente, se manifestaron en la duodécima jornada de protestas, lejos de los entre 1,2 y 3,5 millones del siete de marzo. Al paso de la manifestación por la fachada de la sede del Consejo, en París, manifestantes lanzaron proyectiles contra agentes antidisturbios, que reprimieron con gases lacrimógenos. Las autoridades prohibieron por la noche cualquier manifestación frente al organismo, situado cerca del Museo del Louvre, y desplegaron un fuerte dispositivo de seguridad.