Los Beatles llegan al estudio del fotógrafo Michael Cooper en Londres. Se visten con uniformes militares de la era victoriana y posan delante de un decorado diseñado por Peter Blake, que incluye imágenes de decenas de celebridades. Es un cortejo fúnebre y los Beatles asisten a su propio entierro. La foto será la portada de su nuevo álbum, y se convertirá en una de las instantáneas iconográficas del siglo XX, con infinidad de imitaciones. La banda se saca la foto para la portada de Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band.