la Selección que conduce Marcelo Méndez dio una clase de cómo jugar un partido de vóley en Gliwice, Polonia, para imponerse por 3-0 ante la a priori favorita Serbia, un rival duro. Se habían enfrentado dos veces en este año, en la Liga de Naciones con victoria para los europeos por 3-2 y hace pocos días en un torneo amistoso en el que Argentina había ganado por 3-1.