Lo que ocurrió el sábado último en el estadio Monumental provocó mucha sensibilidad en los hinchas de River, que concurrieron al encuentro ante Fluminense sin desbordes, pero con la enorme ilusión de alcanzar un triunfo. La victoria era necesaria para encaminar la clasificación en la Copa Libertadores. El rival era el mismo que le había convertido cinco goles en el estadio Maracaná. Con ese recuerdo firme, el conjunto local salió decidido a asfixiar a su adversario, plantándose bien cerca del área del arquero Fabio.