Lo ocurrido este lunes en el juicio por las obras viales de Santa Cruz es todo un símbolo de lo que fue el proceso: al final de su alegato, los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola retiraron la acusación contra Carlos Kirchner por integrar una asociación ilícita y defraudar al Estado. Entonces, para ocultar un poco el papelón y no dejar tan expuestos a fiscales y jueces anteriores, Luciani-Mola acusaron por un delito menor a Carlos Kirchner —incumplimiento de los deberes de funcionario público— y pidieron una pena casi simbólica: dos años de prisión en suspenso. Pero lo grave es que Carlos Kirchner ya estuvo preso —prisión preventiva— dos años en el penal de Ezeiza.