En la noche del 15 y la madrugada del 16 de abril de 2016 se vivió una tragedia en el predio de Costa Salguero, que sacudió el mundo de las fiestas de electrónica. Cinco chicos de entre 20 y 30 años fallecieron y decenas debieron ser hospitalizadas, entre ellos seis en terapia intensiva. Nicolás Becerra, Francisco Bertotti, Bruno Boni, Martín Bazano y Andrés Valdez fueron víctimas, aunque se los calificó como culpables de su propia muerte. Si bien al principio se creyó que la causa del fallecimiento fue por el consumo de drogas adulteradas de los jóvenes, años después se supo que fue debido a la mala organización de la fiesta, la falta de agua corriente en los baños y los emergentólogos sin preparación. Cabe destacar, que aquellos que consumen éxtasis necesitan tomar agua, debido a la deshidratación que provocan las drogas, y que, luego de que las canillas de los baños habían sido cerradas, la única forma de hidratarse era comprando botellas de agua, la cual iba aumentando de precio a lo largo de la noche. "Me di cuenta de que todo había estado arreglado desde el principio para culpar a los chicos y que los verdaderos responsables salieran indemnes", dice la médica y madre de una de las víctimas, Laura Orellano. En tanto, estuvieron implicados algunos inspectores del Gobierno de la Ciudad, quienes permitieron que el lugar estuviera abarrotado. De hecho, se investigó si hubo más de 20.500 personas en una fiesta prevista para 13.000. En la actualidad, el caso todavía espera justicia. Se encuentran procesados el presidente de la empresa organizadora del evento Dell Producciones, Adrián Conci y otros empleados de la empresa: Maximiliano Ávila, Carlos Garat, Carlos Penise y Martín Gontad. Asimismo, están procesados cinco funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Entre los delitos se encuentran comercio de estupefacientes, abandono de persona seguido de lesiones y muerte y de incumplimiento de los deberes de funcionario público.