A los 90 años, muere un ícono del cine del siglo XX: Sean Connery. El actor escocés saltó a la fama como James Bond en 1962. Evitó quedar encasillado en el personaje y se convirtió en una de las figuras más requeridas del cine de Hollywood. Obtuvo el Oscar al mejor actor secundario por Los intocables, en 1987. Se lo vio en películas como Zardoz, Asesinato en el Expreso de Oriente, Robin y Marian, El gran robo al tren, El nombre de la rosa e Indiana Jones y la última Cruzada.