El Brasil que Bolsonaro le dejó a Lula. El desastre ocurrido este fin de semana en las playas del interior de San Pablo retrata la herencia de cuatro años de un gobierno ultraderechista que no adoptó medidas para palear siniestros de este tipo. La falta de programas para prevenir estos hechos y atender a los afectados contribuyó a que haya más de ochenta víctimas, entre muertos y desaparecidos, según se desprende de un informe de la ONG Cuentas Abiertas, especializada en analizar cómo se elaboran y ejecutan los presupuestos del Estado.