Un día después que las enfermeras y enfermeros, los trabajadores de ambulancias británicos se declararon en huelga este miércoles para reclamar una mejora de sus salarios al gobierno, poniendo en jaque al sistema de salud. El movimiento de protesta social se amplía en el país ante una inflación anual superior al 10 por ciento y las tensiones crecientes con el gobierno conservador, que se niega a discutir unas mejoras salariales que considera "inabordables". El malestar también se extiende al sector ferroviario, policía de aduana y correo. Sin embargo, la huelga en las ambulancias pone especial presión sobre el gobierno debido a los riesgos que eso representa para las personas que necesitan ser atendidas de urgencia. El ministro de Sanidad, Steve Barclay, acusó a los sindicatos de haber tomado "conscientemente" la decisión de hacer daño a los pacientes.