En el caso de Japón, quizá la principal fortaleza pase por dos claves de un programa a largo plazo: la proyección desde edades tempranas y el fuerte trabajo en las juveniles, sumado a la importancia dada a la difusión del deporte. La cara más visible de ello es la Liga Sub 18 de la Asociación Japonesa de Fútbol (JFA, por sus siglas en inglés), un campeonato que involucra a regiones de todo el país y es más conocido como Trofeo Príncipe Takamado, aunque a su vez ofrece torneos similares en las categorías Sub 12 y Sub 15, así como la Copa de la Emperatriz en la rama femenina. Según señala la FIFA, que respalda económicamente esas competiciones, la existencia del Trofeo Príncipe Takamado tiene impactos reales en el fútbol del máximo nivel: solo en 2021, 25 jugadores provenientes de allí fueron fichados por equipos de la Primera División de Japón y 32 fueron convocados por la selecciones nacionales juveniles. “Se trata de elevar todo el nivel de la liga japonesa Sub 18 para que pueda competir en un mismo plano que las de Alemania e Inglaterra, por ejemplo, en esa categoría de edad. Queremos igualarlas e incluso superarlas para poder ser reconocidos a escala internacional”, reconoció el exseleccionador Sub 20 de Japón, Masanaga Kageyama, en declaraciones al máximo ente del fútbol mundial.