Natalia Oreiro la elegida para ponerse en la piel de esa Eva que, según los militares de la Libertadora cuando planean deshacerse del cuerpo en la novela de Martínez, "es todavía más peligrosa que cuando estaba viva". Porque "cada vez que en este país hay un cadáver de por medio, la historia se vuelve loca". Y, como le ordenan a Moori Koenig: "Usted sabe muy bien lo que está en juego. No es el cadáver de esa mujer, sino el destino de la Argentina".