El 5 de marzo de 1961 y en un Maracaná despoblado, Santos y Fluminense jugaron por el antiguo torneo Río-San Pablo. Ganaba Santos 1 a 0 con gol de Pelé y a los 40 minutos, el propio Pelé recibió la pelota cerca de su propia área y empezó a correr y eludir rivales endiabladamente. Le salieron al cruce Valdo, Edmilson, Pinheiro, Clovis, Altair y Jair Marinho y a todos los dejó en el camino.