El cine de Hayao Miyazaki tiene numerosas virtudes. La más frecuentada es su sensibilidad. Es imposible no conmoverse (y maravillarse) con la calidez de sus personajes, la profundidad de las relaciones que propone y los universos encantadores que presenta. Pero la experiencia del streaming y la tv disminuye otra faceta enormemente importante, que es la estética. Aunque la belleza formal que propone el cineasta japonés es tan grande que cautiva incluso en una pequeña pantalla, lo cierto es que la experiencia de encontrar su trazo en gran tamaño es difícil de igualar. Por eso vale la pena acercarse al Ghibli Fest 2023 que propone Cinemark Hoyts y que exhibirá en sus salas cinco películas claves del Studio Ghibli, los célebres talleres (y no usinas, porque aún en su carácter industrial se conserva el amoroso toque artesanal) de Miyazaki y equipo.