Podría afirmarse que El despenador es el primer largometraje de ficción de Miguel Kohan, el documentalista argentino responsable de películas como Café de los maestros, La experiencia judía y El francesito, entre otras. Es una proposición difícil de rebatir: el protagonista, Raymundo, un antropólogo en viaje de estudios de campo, está interpretado por un actor, el jujeño Rubén Fleita, y varios de los personajes que se encuentra en el camino podrían describirse, ecuación neorrealista mediante, como versiones posibles de las personas reales que los encarnan. Pero en el entramado narrativo el registro de lo real hace acto de presencia en una serie de entrevistas que Raymundo, interesado en una figura chamánica algo olvidada por las costumbres modernas, lleva a cabo en su derrotero norteño. Así se despliega el dispositivo del film, cruzando permanentemente la frontera entre realidad y creación, aunque a diferencia de lo que ocurre en mucho cine contemporáneo no resulta demasiado difícil separar las aguas escena por escena, plano a plano.