Accavallo no dilapidó ni un peso de los muchos que ganó arriba de los rings. Llegó a ser dueño de una marca de calzado deportivo y de una cadena de más de treinta locales de artículos deportivos. Fue la manera de asegurar su futuro y la de su familia luego de haber cirujeado de chico en las quemas de basura del sur de la ciudad de Buenos Aires y haberse mirado cara a cara con la miseria. Gran cultor de la amistad y las noches largas, siempre bien predispuesto para responder a las convocatorias del periodismo, fanático de Racing (la escuela de boxeo del club lleva su nombre), las nuevas generaciones lo conocieron cuando intervino en la introducción del tema "Piñas van, Piñas Vienen" de Dos Minutos, la banda punk de Valentín Alsina.