El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani fue condenado a muerte tras participar en las protestas por los derechos para las mujeres. El delito del que se lo acusó al exfutbolista del Rah-Ahan, de 26 años, fue de "estar enemistado con Dios" al ser detectado como uno de los participantes de las protestas. El Gobierno de Irán lo ejecutará con un ahorcamiento público.