A falta de suspenso en la liga francesa, donde el París Saint-Germain ganó ocho de las últimas diez ediciones y se encamina casi sin oposición a festejar nuevamente este año, las historias se encuentran entre los equipos de más abajo. Y una de estas es la del treintañero Will Still, DT del sorprendente Stade de Reims, que con él al mando nunca perdió en 17 partidos y pasó de tener pesadillas con el descenso a soñar con meterse en alguna copa europea. De chico, Still se pasaba las noches jugando al videojuego Football Manager junto a sus hermanos. Tanto, que su madre llegó a prohibirles la maquinita, lo que no palió las ansias de dirigir del nacido en Bélgica en 1992.