Benjamín Walker nació en Santiago de Chile, pero desde el año pasado está viviendo en Ciudad de México. Dice que hay una especie de “costumbre” entre los artistas chilenos de ir un tiempo a probar suerte al país azteca y abrir un nuevo circuito musical. Pasó en las décadas del sesenta y setenta con Lucho Gatica y Los Ángeles Negros y con Los Bunkers, Los Tres y Mon Laferte, más cercanos en el tiempo. “No sé si hay otra generación de chilenos y chilenas que hayan migrado tan simultáneamente a México cómo ahora. Y por una suma de circunstancias. Por una contingencia política que nos toca desde el 2019, que tiene a toda la industria artística muy postergada y con muchas dificultades de trabajar; y luego por los efectos de la pandemia”, analiza el cantautor, que sin embargo se muestra muy esperanzado por el presente político de Chile.