Seguidores del Arema FC invadieron el terreno de juego del estadio Karnjurhan luego de que su equipo perdiera 3-2 ante el Persebaya Surabaya, la primera derrota ante su archirrival en más de dos décadas. La policía intentó persuadir a su manera a los aficionados, de regresar a las gradas y dispararon gas lacrimógeno. Esto provocó que la muchedumbre se dirigiera rápidamente hacia las salidas, donde muchas personas quedaron atrapadas. Numerosas víctimas murieron pisoteadas o asfixiadas. Las autoridades redujeron finalmente a 125 el balance de muertos, explicando que algunos fallecidos habían sido contabilizados en varios hospitales. "El balance es por el momento de 125 muertos. 124 cuerpos fueron identificados, falta por identificar uno. Algunos nombres fueron registrados dos veces porque algunas personas fueron referidas a otros hospitales y se inscribieron dos veces", dijo a la cadena Metro TV el vicegobernador de la provincia de Java Oriental, Emil Dardak.