"Supongo que primero habrá presentado alguna prueba porque puede decir cualquier disparate", respondió Correa al ser consultado por esas declaraciones, que achacó a que "Lasso está desesperado, está alienado, su gobierno está destruido". El líder de izquierda arremetió contra "la falta de honestidad de Lasso al repetir que somos delincuentes, prófugos, que buscamos una impunidad con los indígenas". Correa, a quien Bélgica le otorgó asilo político, rechazó cualquier relación con Leonidas Iza, el líder de la mayor organización indígena de Ecuador y principal promotor de las protestas de junio pasado. "Ni siquiera lo conozco, en mi vida he hablado con él pero así son las mentiras", remarcó Correa, quien vio en las afirmaciones de Lasso un signo de desesperación y un "mecanismo de defensa porque todos saben que el corrupto es él". Una acusación que Correa fundamentó en las pruebas contenidas en los llamados Pandora Papers, al recordar que "uno de los tres presidentes latinoamericanos involucrados se llama Guillermo Lasso". En su opinión, las movilizaciones encabezadas por la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) dejaron al gobierno "destrozado". Pero el exmandatario dejó en claro su falta de respaldo a las protestas violentas. "Yo no estoy totalmente de acuerdo con esas movilizaciones (...) Seis muertos por una reducción de 15 centavos de gasolina. ¿Eso es perder la perspectiva, no?", señaló Correa, para quien "debemos ser coherentes si somos democráticos".