Los crematorios en China sufren dificultades para gestionar la llegada de cadáveres, mientras el país combate un aumento de casos de covid-19 que las autoridades ya consideran imposible de rastrear. Los contagios se dispararon en China tensionando los hospitales y dejando vacíos los estantes de las farmacias, después de la decisión del gobierno de terminar con casi tres años de confinamientos, cuarentenas y testeos masivos. Beijing informó este martes apenas cinco muertes por covid pese a la rápida propagación del virus, luego del retiro de las restricciones, una situación que ha provocado dudas sobre si el gobierno está revelando el número real de víctimas. Los expertos temen que el país esté mal preparado para la ola de infecciones relacionada con esta reapertura, mientras millones de personas mayores y vulnerables aún no están vacunadas.