En el pueblo canadiense donde vive Percy con su esposa son pocos y se conocen bien. No pasa mucho tiempo para que entre colegas y vecinos corra el rumor de que el granjero ha obtenido una cosecha notable. Un rumor que llega hasta la multinacional, desde donde lo denuncian por utilizar semillas cuya propiedad intelectual les pertenece sin pagar la correspondiente licencia. Una orden judicial para tomar muestras y el pedido de 19 mil dólares en concepto de resarcimiento pone en alerta a los Schmeiser, quienes recurren al abogado Jackson Weaver (Zach Braff). Desde ya que ni el doctor, acostumbrado a lidiar con minucias locales, ni mucho menos Percy saben cómo seguir, sobre todo porque, para librar una disputa legal, se necesita un dineral imposible. Salvo, claro, que cuenten con el apoyo de la sociedad, para lo cual primero necesitan que su historia sea pública, tal como le asegura Rebecca (Christina Ricci), miembro de una ONG ambientalista convencida de que el caso podría sentar un precedente favorable para los pequeños productores de todo el mundo ante la avanzada transgénica.