Autos y micros incendiados, actos de vandalismos y destrozos en las calles fue el escenario que generaron anoche distintos grupos bolsonaristas durante la oficialización de Luiz Inacio Lula Da Silva como próximo presidente de Brasil, por parte del Tribunal Superior Electoral de ese país. Minutos después de ese acto, y como si no quedara claro de dónde provino la instigación de esos hechos, el presidente saliente Jair Bolsonaro recibió en los jardines del Palacio de la Alvorada a centenas de manifestantes que piden que el Ejército dé un golpe de estado para evitar el tercer mandato del líder del Partido de los Trabajadores. Durante esa pequeña manifestación en la residencia presidencial, un cura que se ubicó al lado de Bolsonaro alentó a los golpistas a seguir manifestando y llamó a Lula "ladrón".