Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, Banksy se mostró del lado de los ucranianos y dejó siete de sus trabajos en Kiev y sus alrededores. Además, en enero puso a la venta 50 serigrafías para recaudar fondos para para una organización que apoya a Ucrania. Uno revela a una mujer con una bata y ruleros, parada sobre una silla frente a una casa incendiada, con una máscara de gas y un extintor en la mano. Otro muestra a una niña haciendo equilibrio con sus manos, sosteniéndose sobre los escombros de una casa destruida. Y uno de los más resonantes fue el que mostraba a un hombre de apariencia similar al presidente ruso, Vladimir Putin, que era arrojado al suelo durante un partido de judo con un niño.