algunas de las víctimas acreditadas en el proceso, como Rocío Escorcia, quien narró el asesinato de su hermano John Jader Escorcia. "¿Quién iba a creer que el Ejército iba a asesinar a un pelao?", cuestionó, al recordar que su hermano no era ningún criminal, sino que se lo llevaron con el engaño de recoger café y él acudió ya que necesitaba dinero para atender a su hijo recién nacido.