Los datos duros en el centro de El largo viaje de Alejandro Bordón forman parte de la memoria de los casos policiales recientes. En la madrugada del 5 de octubre de 2010, Juan Alberto Núñez, colectivero de la línea 524 con cabecera en Lanús, fue asesinado de varios disparos en una calle de Monte Chingolo. Apenas unos minutos más tarde, Alejandro Eduardo Bordón, operario en el Aeroparque Jorge Newbery, fue detenido por un oficial de la policía subiendo a un colectivo de la misma línea. Horas después, Bordón se transformaba en el único sospechoso, acusado de un crimen pasional una vez desechada la opción del robo. El comienzo de un calvario personal y familiar que terminaría casi dos años más tarde, cuando la defensa logró demostrar que no sólo no existía ni una prueba concreta en su contra, sino que las que sí se presentaron por la demanda habían sido, en el mejor de los casos, distorsionadas. En el peor, pergeñadas para inculparlo. El documentalista Marcelo Goyeneche propone un viaje al infierno de las causas inventadas, a partir de una cruza de documental testimonial y reconstrucción ficcional, aunque lejos del formato televisivo convencional.