El atentado con bomba en el que murió Daria Dugina, hija del filósofo nacionalista ruso Alexander Dugin, generó una ola de indignación en la clase política local, que acusa directamente a Ucrania y exige que el crimen no quede impune. Las autoridades ucranianas, por su parte, niegan toda implicación en el ataque. A Dugin se le atribuye ser el guía espiritual de la invasión rusa de Ucrania y, con frecuencia, se lo describe como el cerebro de Putin. En 2015 fue sancionado por Estados Unidos por su presunta participación en la anexión rusa de Crimea. Su hija Dugina nació en 1992 y estudió Filosofía en la Universidad estatal de Moscú. Personas allegadas a la familia sostienen que el objetivo del atentado del sábado era en realidad Dugin, ya que Dugina conducía el auto de su padre al momento de la explosión.