La cesión provisoria de un campo en desuso del Estado para el desarrollo de una colonia agroecológica que generará puestos de trabajo y alimentos a precios justos para los habitantes de Mar del Plata generó una enardecida reacción en cadena de la dirigencia de Juntos por el Cambio, que disfrazó la noticia de “regalo de tierras”, “usurpación” y “toma” –según el grado de entendimiento e irresponsabilidad– y retomó su tradicional catilinaria para estigmatizar a los pequeños productores rurales del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). “Es una locura lo que está pasando en El Marquesado. El gobierno Nacional le quiere regalar a sus amigos tierras que son de los argentinos”, escribió para no quedar relegado el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta, insuperable especialista en privatizar espacios públicos en beneficio de amigos durante las gestiones del PRO en la ciudad. “Un manejo injusto que pone a argentinos contra argentinos”, añadió, simulando repudiar lo que fomenta.