Bruno es un artista plástico que después de un hecho traumático, abandona las artes para iniciar una nueva vida. Busca refugio en su único amigo Roberto, quien le ofrece trabajo y vivienda en su desarmadero de autos chocados donde deberá vigilar el predio con un arma y una linterna. Allí reparte su tiempo entre el trabajo y la distracción. Pero una noche, mientras hace su recorrida habitual entre los autos chocados, tendrá una visión reveladora. Ausencias y presencias habitarán la mente de Bruno. El desarmadero es una zona de horror y de placer para el. Roberto advertirá el cambio del estado psíquico de su amigo, que se opone a abandonar el predio. Perdido en ese laberinto de chatarra y memoria, Bruno hará lo imposible por ingresar al universo de los muertos.