El 12 de junio de 1974 Juan Domingo Perón habló por última vez desde Plaza de Mayo, en un masivo acto convocado por la CGT. Protegido por un cristal antibalas, todo un símbolo de clima político de la época, Perón agradeció la amplia concurrencia de la militancia y, en lo que después fue interpretado como una despedida, pidió a los presentes que cuiden las conquistas laborales porque se avecinaban tiempos difíciles. Perón terminó ese discurso con una frase que quedó guardada para siempre en la historia Argentina. "Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que para mí es la palabra del pueblo argentino”.