Él aseguraba estar poseído por algo “alienígena” y darse cuenta de lo que había hecho a mañana siguiente: Ted Bundy, uno de los mayores asesinos seriales de la historia, admitió 36 asesinatos de mujeres cometidos en los años 70 en varios estados de Estados Unidos. Tenía 41 años al momento de su ejecución y se cree que pudo haber cometido más crímenes.