Ya va siendo hora de que Netflix introduzca en su home la categoría “películas que se desinflan” para presentar producciones propias del calibre de La cabeza de la araña. Arranca bien esta adaptación del cuento “Escape from Spiderhead”, escrito por George Saunders y publicado en 2010 en la revista The New Yorker: desde el minuto uno se percibe el intento de cruzar un relato de “ciencia ficción farmacéutica” con situaciones y un tono de comedia negra, una búsqueda cuyos exponentes podrían contarse con los dedos de una mano. Como ocurría en El vengador del futuro –Paul Verhoeven asoma como el padre putativo de la premisa inicial–, aquí hay un laboratorio donde la manipulación mental está a la orden del día. Pero no a través de la inserción de recuerdos falsos, como le ocurría a un Arnold Schwarzenegger deseoso de visitar el planeta Marte, sino mediante la experimentación de drogas que permiten vivenciar sensaciones muy distintas a las que dispara la cotidianeidad