La inflación global se ha tornado un problema persistente y la respuesta ortodoxa de los principales bancos centrales del mundo ha provocado una amenaza al crecimiento económico. Los costos de endeudamiento más altos "realmente están comenzando a afectar" al ciclo, dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, junto con el presidente del Banco Mundial, David Malpass, en un evento que dio inicio a las reuniones anuales de ambas instituciones. Malpass advirtió, en un tono más directo, que "existe peligro real de una contracción" en la economía mundial en 2023.