Henry Teague recorre las rutas australianas en un ómnibus de larga distancia y durante el viaje conoce a otro hombre, a quien ayuda al llegar a destino. La devolución del favor llega bajo la forma de una oferta laboral, obvio eufemismo para actividades no del todo legales que involucran pasaportes falsos o algo por el estilo (la claridad no es uno de los elementos centrales de El extraño, al menos en su primera etapa). Henry acepta pero advierte que no desea hacer nada violento; estuvo preso un par de veces por distintas razones y quiere dejar todo eso atrás. El hombre que provee el contacto debe irse a otro país y en su reemplazo llega Mark Frame (Joel Edgerton, conocido por los fans de Star Wars como Owen Lars), otro pelilargo de barba tupida cuyo apellido ofrece una pista sobre sus actividades. Es que tanto su antecesor como Mark son policías encubiertos y “frame” puede traducirse como “incriminar”. Y en eso parece andar el verdadero protagonista de El extraño: intentando que Henry confiese un crimen del pasado, el horrible asesinato de un niño cuyo cuerpo desapareció sin dejar rastros.