En su primer viaje luego de haber tomado posesión del cargo el domingo en Brasilia, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se trasladó este martes a la mañana a Santos, en el interior de San Pablo, para despedirse del legendario rey Pelé. El cuerpo del astro fue velado bajo una estructura de lona blanca ubicada en el centro de la cancha de Santos, sobre cuyas tribunas fue colocada una inmensa foto tomada en el mexicano Estado Azteca donde el atacante luce la camiseta número del combinado campeón mundial. De traje pese al calor y acompañado por su esposa, la socióloga Rosángela Janja Silva, Lula fue recibido con abrazos por el hijo y la viuda del tricampeón mundial (1958,1962 y 1970), Edinho Nascimento y Marcia Aioki. Lula atravesó una tarima blanca colocada sobre el césped del estadio Vila Belmiro, por donde pasaron unos doscientos mil hinchas y admiradores entre el lunes y este martes a las diez de la mañana cuando llegó a su fin el velorio y dio inicio un cortejo por las calles de Santos, cuyo puerto, el más importante de Sudamérica, pasará a llamarse Pelé.