Un alzamiento militar pone fin a más de cuarenta años de régimen fascista en Portugal. Los militares se levantan contra Marcelo Caetano, heredero de la dictadura iniciada por António de Oliveira Salazar en 1933. La insurrección se extiende por todo el país y el salazarismo se convierte en pasado en cuestión de horas. Hay dos novedades: una, que el golpe es incruento y no se dispara un solo tiro; dos, que los militares proclaman la salida democrática y el llamado a elecciones, las primeras en el país desde 1925, con lo que se inicia la transición hacia un Estado de derecho, que deja a la España de Franco como la última dictadura de Europa Occidental, y que incluye el fin del colonialismo portugués. La imagen de soldados con claveles en los fusiles hace que la asonada pase a la historia como la Revolución de los Claveles.