Esta enmienda, añadida en 1868 a la Constitución, establece que "la validez de la deuda pública de Estados Unidos, autorizada por ley, no debe ser cuestionada". En otras palabras, los gastos ya votados deben poder ser pagados. Según algunos expertos, esta disposición hace que el límite de endeudamiento sea inconstitucional. Si el Tesoro se endeuda por encima del límite de deuda fijado por el Congreso, esto violaría la ley, señaló Neil Buchanan, profesor de derecho en la Universidad de Florida. Pero no cumplir con las obligaciones de gasto fijadas por el Congreso podría ser una violación peor, dándole al Tesoro una justificación para pedir prestado más dinero y seguir pagando sus cuentas.